domingo, 30 de marzo de 2014

Nos la pela.

Últimamente la gente dice que mi blog ya no es como antes, que he bajado el listón. Que si hace unos meses escribía genialidades dignas a ser nominadas para el Premio Nacional de Literatura, ahora escribo artículos sosos, sin gracia y muy vistos. ¿Y sabéis qué? Me la pela.
En el momento en el que empecé a escribir este blog, simplemente lo hice porque me apetecía, sin pararme a pensar demasiado en si a la gente le iba a gustar o no, de hecho, mi público más exigente fui yo desde siempre. Y el único al que me interesaba agradar.
Pues bien, a donde quiero ir a parar es que ésto es una gran lección que he aprendido para la vida en todos los ámbitos: nunca dejes de hacer algo que realmente quieres hacer a tu manera (si no implica daños colaterales) aunque la gente te diga lo contrario. Sé tú mismo.
¿Cuánta gente me habrá dicho que no valgo una mierda a lo largo de mi vida? Os aseguro que bastantes, pero, lo cierto es que también ha habido mucha gente que ha confiado siempre en mí y que me valora por lo que soy. Y eso es lo importante, amigos.
Hagas lo que hagas, siempre habrá gente que te critique, gente que te idolatre, y gente a la que se la peles por completo; por eso, al final lo único importante es tener la conciencia tranquila contigo mismo y estar orgulloso de ti, hacer lo que te de la gana. Te puedes informar, pedir opiniones y todo lo que quieras, pero al final la vida no es más que una cadena de decisiones que te hacen ser de una forma o de otra.
Con el paso del tiempo, he ido visto cómo algunos consejos que ignoré me hubieran venido bien, y también he visto en otras ocasiones que las cosas me han salido bien haciéndolas a mi manera, aunque a la mayoría le pareciesen una locura, y de todo he aprendido. La vida sería más fácil si antes de que tomásemos una decisión, nuestro Pepito Grillo nos dijera como en el anuncio: ¡ERROR! o ¡ACIERTO! según la circunstancia, pero también sería más aburrida.
Por eso, queridos lectores, os invito a equivocaros, a cagarla, a acumular fracasos todo lo que podáis, porque de esa manera seremos mejores. Si la perfección fuese lo ideal, todo se sustituiría por robots y nos rascaríamos el carallo el resto de nuestros días, pero si algo diferencia al ser humano es nuestra capacidad de decisión.
Espero que ésto os haya servido para ser más vosotros mismos y olvidaros del postureo, la moda o lo que se lleve en cada momento.

"Si a todo el mundo le gustase Bunbury, el mundo se iría a la mierda." - Stephen Hawking, chico "Almodóvar" y portero del Grietax en sus horas libres.