viernes, 28 de febrero de 2014

10 consejos fundamentales para llevarse a la cama a tu amor platónico.

Menuda decepción os vais a llevar cuando clickéis en el enlace que habré puesto en mi Twitter 50.000 veces para que visitéis mi blog.
He optado por poner un título sugerente para aumentar mis visitas, ¿de verdad os creíais que de la nada me iba a convertir en el nuevo Hitch? Los cojones.
Pues bien, muchachada, esta entrada solo se trata de un experimento, en el cual lo único que me interesa es ver cuánto aumentan mis visitas si cambio el título de la entrada por algo mucho más atractivo. Seguramente, haya mucha gente que entre por primera vez viendo tal título. Pues a esa gente le recomiendo que empiece a leer este blog desde el capítulo 1 y como siempre digo: recomendadme a vuestras amigas (especialmente a las no rencorosas).
Si podéis ayudarme a difundir esta entrada con un RT o un FAV a mis pesados tweets para conseguir que me visitéis sería de gran ayuda.
Cuando tenga los resultados de las visitas de esta entrada, lo publicaré, y por lo tanto comentaré si mi experimento ha funcionado o no y medir el grado de desesperad@s entre mis lector@s.

¡Sus quiero!

"Si un rubio te pide un beso, y un moreno el corassón; ni uno, ni dos, ni tres, sino tres... corassón" - Gustavo Adolfo Bécquer, gruista y poeta amateur en sus ratos libres.


domingo, 23 de febrero de 2014

Apocalipsis Just Now!

Hoy es un día para reflexionar.
No solo por la forma de jugar de un Dépor que vence pero no convence. No solo porque la situación de Ucrania es, como mínimo preocupante. No solo porque ya iba siendo hora de escribir en mi blog.
Me estoy refiriendo al apagón de Whatsapp que ayer tuvo lugar, tan solo unas horas después de ser absorbido por Facebook.
A priori, sería una noticia sin demasiada importancia y que no la consideraría lo suficientemente importante como para hablar de ella en mi blog; pero el caso es que, visto lo visto, el tema se ha ido de las manos.
Me explico. Durante unas horas, parecía como si el mundo dejase de girar y absolutamente todo se paralizara. Una simple aplicación telefónica conseguía que todo el planeta Tierra dejase de girar en torno al Sol para que comenzara a hacerlo en torno a ella. Fascinante.
Y el motivo de que dicho suceso sea tratado en mi blog es precisamente ese: ¿cómo hemos llegado hasta tal punto en el que si estamos más de 20 minutos sin mirar el móvil nos ponemos nerviosos? ¿cómo hemos sido capaces de salir angustiados a la calle si se nos han agotado los datos del móvil?
Quizás mis lectores más jovenes no lo recuerden, pero hace años, no tanto como pensáis; hubo una época en la que no existía el WhatsApp, ni el Telegram ni similares. Incluso si me voy más atrás ni siquiera había teléfonos móviles, no estoy hablando de hace tanto tiempo.
¿Y sabéis qué? Esa gente era feliz. Si cabe, me atrevería a decir que esa gente era más feliz que la gente de ahora. Ahora, tenemos todo, y queremos tener más instantáneamente. Nos hemos vuelto más conformistas a nivel laboral y político, pero nos hemos vuelto más inconformistas en el ámbito "posesivo". Ironías de la vida.
Bien amigos, a donde quiero llegar, es a que claro que opino que todos estos medios de comunicación son tremendamente útiles, claro está, pero desde mi punto de vista, estamos sobrevalorando estos servicios, otorgándoles demasiada responsabilidad, excesiva.
De hecho, me hace mucha gracia y a la vez me molesta, que mucha gente hable más conmigo por Whatsapp que en persona, es decir, prioriza a la persona que está al otro lado del cable y se olvida de la que tiene en frente. Lo próximo será que sustituyan el sexo por pastillas que contengan un producto que provoque el embarazo. En fin, menos máquinas y más personas, enganchaos!

"Le mandé un Whats a la Jessy y lo leyó pero no dijo nel, neno, ha de andar en esos días del mes" - Orson Welles, Dj de la discoteca Chevalier en los 90's.

martes, 18 de febrero de 2014

La cara B del maquillaje.

¿Cuántas veces os habrá mirado por encima del hombro alguna tía buena? Seguro que muchas, entre otras cosas porque mis lectores suelen ser hombres desesperados que acuden a este blog en busca del consejo definitivo para convertirse en un sex-symbol de la noche a la mañana.
Pues bien, señoras y señores, he descubierto la solución para evitar este complejo de inferioridad que sufrimos todos los hombres del mundo en algún momento de nuestra triste vida.
El secreto es muy simple: prohibir el maquillaje.
En caliente os parecerá una locura, seguro que sí, pero gracias a mi intelecto y mi capacidad de convicción, os aseguro que en un par de minutos estaréis totalmente de acuerdo conmigo.
Veamos, desde hace muchísimos años, los hombres y mujeres utilizaban cremas y lociones para todo tipo de cuidados de cutis, de piel, etc... pero con el tiempo, ha ocurrido un fenómeno totalmente inverso en ambos sujetos.
En el caso del hombre, paulatinamente, se han dejado de usar ungüentos hasta el punto de no utilizar nada (en algunos casos alguna crema antiojeras, pero por lo general nada).
Pues bien, aquí viene la diferencia, y una nueva prueba más de que el cerebro de las mujeres es un Mac de última generación y el nuestro una tostadora de la época de la Transición: las mujeres se han dado cuenta de que utilizando este tipo de productos, su aspecto sería más favorable, por lo tanto causarían mejor impresión al resto de gente. Han percibido que pueden extraer una ventaja a partir de ahí con respecto a nosotros y por tanto, ser superiores.
Por si no ha quedado claro, utilizaré un ejemplo bastante gráfico:
- Un apuesto joven como yo, que soy un 7 (yendo a asegurar), sería visto con desprecio por chicas 10, 9, 8 e incluso 7 (en igualdad de condiciones las mujeres son superiores en este tipo de circunstancias), pero en cambio, podría mirar con desprecio a chicas 6, 5, 4, 3, 2, 1 y 0 (sí, existen las chicas 0), aunque soy buena persona y respeto el azaroso criterio de la madre naturaleza.
Pues bien, el problema aparece, cuando una chica 4, pero que maquillándose es un 10, logra convertirse en tan solo un par de horas en una chica 8.
Cuando en condiciones normales la tendrías que rechazar tú a ella, ella se permitirá el lujo de creerse una diva... pues bien, desde aquí quiero mandar un mensajito a todas esas mujeres que llevan una capa de 30 centímetros de maquillaje: Sois unas cobardes, mostráos al mundo tal y como sois, os irá mejor.

#PorUnMundoSinMaquillaje #XustizaParaToño

¡Sed felices chic@s 10!

"Que no se rían tanto que al igual les llevo el bolso, entiendes" - Iñaki Urdangarín, el "Duque Empalmado."

viernes, 14 de febrero de 2014

Hacerse mayor.

Últimamente, y cada vez con más frecuencia, me paro a pensar en mi futuro inmediato y me acojono. De un día para otro, me he dado cuenta de que me he convertido en un semipureta.
Veo muy lejos de mí a la gente cincuentona, pero también a los chavales de 16-17, estoy en un punto intermedio entre ser un niño y un adulto. Poco a poco, dejas de leer solo la sección de Deportes del periódico y empiezas a interesarte por la prima de riesgo, la tasa de paro, el IBEX35, el IPC...
Sin comerlo ni beberlo, soy un niño en la piel de un barbudo miserable que trata de pasar sus días con más gloria que pena.
Es un lento proceso de cambio en todos los aspectos. Dejas de rechazar la lechuga y el tomate, cambias el Nesquik por el café (a este paso aún no he llegado), dejas de afeitarte la pelusilla para rebajarte la barba, empieza a gustarte la música que escuchaban tus padres a los 30...
Y pensándolo bien, si dios quiere, en pocos años me estaré enfrentando cara a cara con el mundo laboral. Espero que mi futuro jefe no esté leyendo ésto, pero no estoy preparado para ello. No me veo trabajando a corto plazo. Ni a medio. Ni nunca.
Solo soy un puto crío. Un puto crío que va a ser millonario, pero que todavía no ha encontrado el método para conseguirlo.
No sé si habéis visto la película de "El año de la garrapata", pero gracias a mi gran amigo Damián que me la recomendó, he descubierto que mi plan de vida va a ser muy parecido al del protagonista. O por lo menos eso intentaré. Para el que no haya visto la peli (muy recomendable), os comento que el rollo sería chupar del bote de mis padres mientras se pueda y estirar con eso hasta que currar sea irremediable. En ese momento, me plantaría en casa de una ricachona dentro de una tarta y daría un braguetazo que me permitiría vivir los últimos días de mi vida a cuerpo de rey. Así que, si alguna vez os preguntáis por mí, por cómo me va la vida o algo, no os sorprendáis si estoy jugando al póker con Amancio Ortega y Donald Trump. He nacido para ello.

"Ya te darás la ostia" - Esta frase la dice mucho un gran amigo mío, pero por motivos de Copyright no desvelaré su nombre... al menos en este capítulo.

¡Sed felices, vegestori@s!

miércoles, 5 de febrero de 2014

Oh Coruña (poema)

Rebuscando entre antiguas letras de canciones, encontré ésta dedicada a mi ciudad, que posiblemente no salga a la luz como tal, y por rellenar quiero compartirla con vosotros.

Coruña, enfurruñarse por un coño
Niños y adultos metidos en mismo juego
Donde los juegos casi nunca son de coña
Y la coca se llevó a algunos por el medio

Oh Coruña, ancianos y bares
Demografía en decadencia desde siempre
Bancos y parques, parques y estanques
Donde navegan los veleros de la muerte

Oh Coruña, hablas de todo
Pero no tienes ni zorra de casi nada
La moda es moda si la siguen casi todos
Salvar tu culo y librarte de la emboscada

Oh Coruña,  dulce monotonía
Donde casi todos los días son iguales
Te disfrazas de puta en los carnavales
Jardines, mochos y así pasó nuestra infancia

Oh Coruña, no me quisiste
Ni agradeciste mis llantos por tus delirios
Épocas doradas en cintas de vídeo
Grité tu nombre pero tú no me escuchaste

Oh Coruña, son tus paisajes
La nostalgia de sentirme fuera y dentro
Negreira robando en el ayuntamiento
Y yo escribiendo estos versos pa relajarme

 Oh Coruña, por ti me muero
Aunque me claves los puñales por la espalda
Aunque me jodas, aunque eso no te haga falta
Vivir jodido en la ciudad a la que quiero.

Toño Amado, 2013.