domingo, 31 de agosto de 2014

Ci Vediamo Spagna!

Jamás pensé realmente que este día llegaría: el día de dejar la que hasta ahora ha sido mi ciudad durante 20 años de mi vida para cambiar de aires por completo.
En el mes de Febrero, se confirmó mi solicitud para cursar mi próximo año académico en Módena, Italia (sí, donde el aceite). Y aunque es verdad que más o menos en mi cabeza ya lo he ido asumiendo poco a poco, lo cierto es que, de pronto, no me hago a la idea de dejar esto atrás.
Cuando suba esta entrada, ya será demasiado tarde. Ya estaré muy lejos de aquí. Y el motivo principal de esta entrada es agradecer a todas y cada una de las personas que han pasado por mi vida, para bien y para mal. Incluso a los cabroncetes, de todo se saca una lectura positiva.

En primer lugar a mis padres. Sé que en muchas ocasiones no he sido el mejor hijo del mundo. Ojalá fuese estudiante de medicina, tuviese el Advanced, estuviese trabajando y además fuera un chico encantador. Es lo que todo padre quiere para su hijo. Pero por H's o por B's no he tenido esa suerte. Soy un chaval del montón, que podría esforzarse más en todos los ámbitos de la vida. Por eso, gracias por haberme aguantado todos estos años, yo no sería capaz de soportar a un hijo como yo muchas veces.

En segundo lugar a mis amigos, la familia que escogemos. En mi caso, creo que he sido un poco egoísta porque me he quedado con la mejor gente siempre. Sé que con algunos de vosotros he ido perdiendo el contacto o bien por estar en ciudades distintas, o simplemente por circunstancias de la vida, pero echaré de menos a todas y cada una de las personas que por algún instante, trataron de facilitarme la vida, me rieron algún chiste malo, o simplemente estuvieron ahí. Sois enormes. Los de siempre y los nuevos, a los que veo siempre y a los que casi nunca, sois gigantes, cabrones.

En tercer lugar, y no por ello menos importante a mi familia, porque siempre me han llevado por el buen camino y me han apoyado todo lo que han podido y más. Aunque ya no me disfrace del pato Lucas en carnavales, sigo siendo aquel sobrino, nieto, ahijado o primo de siempre. Y estoy eternamente agradecido.

Espero que no me echéis mucho de menos porque tampoco me lo merezco mucho. Yo tampoco os lo echaré (es broma). Solo me queda desear que cuando vuelva en Navidades como el turrón, nada haya cambiado. Que nadie os cambie, seguid siendo los mismos porque valéis un huevo. En cuanto a mí, no os preocupéis, ya me las apañaré para echarme una novia que sepa cocinar. (Nota: Tranquilos, feministas que yo le fregaré los platos y pondré la mesa.)
En definitiva, solo espero pasarlo como un enano, que os vaya bonito a todos, y que me cuidéis la ciudad un poquito.

¡Si me queréis, irsen!

"Abur flipaos, me piro de rachí un añito, que os cunda el cromo." - Augusto César Lendoiro, durante su estancia en Varsovia, Polonia como estudiante de Derecho.

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