lunes, 28 de octubre de 2013

Jet-lag veraniego.

Jet-lag veraniego. Con este concepto quiero referirme al período espacio-temporal en el que te das cuenta de que el Verano se fue y que el frío llegó.
Por fortuna o por desgracia, este año, el famoso cambio climático nos ha brindado un Junio más frío que un concierto de Bunbury, y un Octubre que nada ha tenido que envidiar a Río de Janeiro.
Es una época de cambios, de amueblar la cabeza con sillas y mesas del Ikea para salir al paso, y dejar para más adelante lo importante. Si hace un mes estábamos en bañador mirándole el culo a esa chavalilla; a día de hoy, la acción es la misma, pero el bañador se sustituye por una indumentaria lista para afrontar el duro clima gélido galego.
En este punto, me gustaría incluir una referencia a los shorts. ¿En qué momento deja de ser pantalón vaquero corto para convertirse en braga vaquera larga? ¿Y viceversa? Pensadlo.
El caso, es que es hora de asumir responsabilidades y de cambiar los daiquiris por el aguardiente, de resguardarnos del frío. Muchos de nuestros amigos exiliados retornan a sus ciudades dormitorio para "estudiar una carrera" (o eso piensan sus padres) y muchos otros vendrán a disfrutar de A Coruña y su amplia variedad de alternativas nocturnas.
Mientras los universitarios responsables se rompen la cabeza por aprobar un imposible examen de Microeconomía, mis planes pasan por marcharme de aquí cuanto antes.
Quizás un Erasmus sea la solución... Inglaterra, Suecia o Italia me mandan una nota de voz al Whatsapp con sus cantos de sirena. Del otro extremo de la cuerda tira la morriña galega, personificada en la tortilla de patatas de mi madre... me pregunto si mi futura novia sueca será buena cocinera. Espero que sí.
Y en medio de este contexto de cambios, reales y futuros, te acuerdas de que estás estudiando una carrera. Sí, amigos, aquello de lo que Ana Obregón presume y nadie se lo cree: una carrera.
La carrera es como una novia que ves en contadas ocasiones: la mayoría de las semanas llega con decirle cosas bonitas y tenerla contenta, pero dos semanas al año tienes que darlo todo y hacerla sentir una mujer deseada. Además, la ventaja que tiene la carrera, es que si no eres capaz de satisfacer a esta "novia", tienes una repesca en Julio, cosa que a priori suena muy bien.
Lo malo es cuando durante el curso te has rascado todo lo rascable, y ya no hay marcha atrás... pero de eso hablaré otro día.
Por hoy, me llega con que aceptéis el cambio verano-putamierda y el concepto "Jet-lag veraniego". ¡Sed Felices!

"No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto" - Albert Einstein.

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